Eso es lo que debieron enseñarle a Julie Rothhahn, una joven diseñadora francesa especializada en diseño culinario, disciplina poco común y de lo más original.
Sus geniales exquisiteces culinarias no sólo miman el paladar, sino que además juegan con los sabores, las texturas y los colores para formar los más extravagantes objetos dignos del mejor gourmet.
Sus geniales exquisiteces culinarias no sólo miman el paladar, sino que además juegan con los sabores, las texturas y los colores para formar los más extravagantes objetos dignos del mejor gourmet.
Os dejo algunas de sus imágenes más suculentas para ver si se os hace la boca agua. Contemplad los dedales comestibles, el merengue atómico, las galletas encajables, las galletas cromosoma, las perlas de caramelo con incrustaciones de legumbres secas, los siete pecados capitales, etc. Uhmmm...
Vía | Bigfenomeno
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