Con la llegada de mi nuevo McBook ya se me había olvidado la última vez que instalé BootCamp en el iMac, así que ya no me acordaba del tema de las particiones para Windows: que si FAT32, que si NTFS, que si menos de 32 gigas en FAT, que si sólo lectura sin escritura si era NTFS, etc.
Así que cuando me he puesto manos a la obra otra vez, volví a caer en la trampa por no volver a leerme las instrucciones de BootCamp de nuevo, ni por acordarme de como lo hice la primera vez.
En primer lugar, metí la pata hasta el fondo por no darle a formatear la partición (total, como ya lo había hecho el Bootcamp, pensé...). Pues nada, Error de disco Pres. una tecla. Yo comiéndome el coco pensando que era la copia de Windows que estaba mal. Lo intentaba con otra copia y nada, igual.
Al final, recurro a San Google y me da la solución del formateo imprescindible durante la instalación de windows (en la pantalla azul del comienzo, esa tan fea).
Bien, una vez conseguí instalar windows, comprobé que no podía compartir ficheros estando en Mac y pasarlos a windows. Era por el modo de partición NTFS. Pensé al ponerla que tendría más rapidez, más seguridad y efectivamente así era, pero a costa de perder en compatibilidad. No podía arrastrar y soltar y compartir como quería.
Tenemos que tener claro antes de elegir un sistema u otro, nuestras necesidades, ya sea de compatibilidad o del tamaño de ficheros, porque dependiendo de eso tendremos que elegir uno u otro. Para ayudarnos a decidir estos datos son fundamentales. A ver:
- Tamaño máximo de la partición: en NTFS: 2TB, en FAT32: 32 GB
- Tamaño máximo de archivo: en NTFS: limitado por la particion, en FAT32: 4GB
- Recuperabilidad: en NTFS: si, en FAT32: no
- Seguridad Implementada: En NTFS: si, en FAT32: no
- Tolerancia a fallos: en NTFS: máxima, en FAT32: mínima.
Sabiendo todo esto, continué apostando por el NTFS, sobre todo porque los ficheros que iba a compartir con mucha probabilidad serían muuuuy grandes, archivos de vídeo sobre todos, así que la limitación del tamaño del FAT era fundamental.
Como también lo era el tema de pasar ficheros de un sistema a otro, tenía varias opciones: una, empezar de nuevo desde cero, formatenado e instalando windows otra vez en FAT32... qué coñazo!!! ...Opción DESECHADA.
Otra, intentar desde windows, con el Partition Magic, transformar la partición de NTFS a FAT32. Ya había leído que daba problemas y, efectivamente, así fue, porque no reconoció el disco y no hubo nada que hacer ...DESECHADA.
Y por último seguir buscando antes de optar por la primera.
Buscando y buscando por la red, encontré la solución al problema, sencilla, eficaz y rápida. ¡¡¡¡Increíble!!!! ¡¡¡Y funcionaba a la perfección!!!
Se trata de Paragon NTFS for MAC OSX un programa eficaz que permite la lectura-escritura de cualquier partición NTFS. Así de sencillo, todo fue instalarlo y problema resuelto.
Recomendable 100%.
Espero haber servido de ayuda con esta pequeña y liosa guía. Al menos a mí me servirá para cuando tenga que hacerlo otra vez y ya se me haya olvidado todo, no vuelva a caer en lo mismo.
By DEADIUS
Así que cuando me he puesto manos a la obra otra vez, volví a caer en la trampa por no volver a leerme las instrucciones de BootCamp de nuevo, ni por acordarme de como lo hice la primera vez.
En primer lugar, metí la pata hasta el fondo por no darle a formatear la partición (total, como ya lo había hecho el Bootcamp, pensé...). Pues nada, Error de disco Pres. una tecla. Yo comiéndome el coco pensando que era la copia de Windows que estaba mal. Lo intentaba con otra copia y nada, igual.
Al final, recurro a San Google y me da la solución del formateo imprescindible durante la instalación de windows (en la pantalla azul del comienzo, esa tan fea).
Bien, una vez conseguí instalar windows, comprobé que no podía compartir ficheros estando en Mac y pasarlos a windows. Era por el modo de partición NTFS. Pensé al ponerla que tendría más rapidez, más seguridad y efectivamente así era, pero a costa de perder en compatibilidad. No podía arrastrar y soltar y compartir como quería.
Tenemos que tener claro antes de elegir un sistema u otro, nuestras necesidades, ya sea de compatibilidad o del tamaño de ficheros, porque dependiendo de eso tendremos que elegir uno u otro. Para ayudarnos a decidir estos datos son fundamentales. A ver:
- Tamaño máximo de la partición: en NTFS: 2TB, en FAT32: 32 GB
- Tamaño máximo de archivo: en NTFS: limitado por la particion, en FAT32: 4GB
- Recuperabilidad: en NTFS: si, en FAT32: no
- Seguridad Implementada: En NTFS: si, en FAT32: no
- Tolerancia a fallos: en NTFS: máxima, en FAT32: mínima.
Sabiendo todo esto, continué apostando por el NTFS, sobre todo porque los ficheros que iba a compartir con mucha probabilidad serían muuuuy grandes, archivos de vídeo sobre todos, así que la limitación del tamaño del FAT era fundamental.
Como también lo era el tema de pasar ficheros de un sistema a otro, tenía varias opciones: una, empezar de nuevo desde cero, formatenado e instalando windows otra vez en FAT32... qué coñazo!!! ...Opción DESECHADA.
Otra, intentar desde windows, con el Partition Magic, transformar la partición de NTFS a FAT32. Ya había leído que daba problemas y, efectivamente, así fue, porque no reconoció el disco y no hubo nada que hacer ...DESECHADA.
Y por último seguir buscando antes de optar por la primera.
Buscando y buscando por la red, encontré la solución al problema, sencilla, eficaz y rápida. ¡¡¡¡Increíble!!!! ¡¡¡Y funcionaba a la perfección!!!
Se trata de Paragon NTFS for MAC OSX un programa eficaz que permite la lectura-escritura de cualquier partición NTFS. Así de sencillo, todo fue instalarlo y problema resuelto.
Recomendable 100%.
Espero haber servido de ayuda con esta pequeña y liosa guía. Al menos a mí me servirá para cuando tenga que hacerlo otra vez y ya se me haya olvidado todo, no vuelva a caer en lo mismo.
By DEADIUS
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