ERROL FLYNN. Aventuras de un vividor


Como podéis ver, me estoy preocupando de que no os aburráis en el verano, y dejéis un poco de lado el "worofcraf", el "lliarsofwor", el "metalgiar" y demás juegos creados por el mismísimo Mefistófeles, que os chupan la poca parte inteligente de vuestro cerebro que os deja el i-phone, y os sumerge en un estado mental poco acorde con vuestras inquietudes.
En fin, que vamos a hacer.
Bueno, pues coincidiendo con el centenario de su nacimiento (20 Junio 1909), y después de 50 años en el ostracismo anglicano, (a ver para cuando se traduce la biografía de Sir Lawrence Olivier, escrita por Donald Spoto) se ha publicado en Español, la Biografía de uno de los actores más fantásticos que ha dado el mundo del celuloide: Errol Flyn.
Aventuras de un vividor” es la crónica desacomplejada de la tumultuosa vida de un hombre que no era inmoral, sino amoral. Nunca habríamos sospechado que Robin Hood, o Peter Blood, o fuera un escritor divertido y brillante, pero a juzgar por sus memorias es todo eso y más. Lo que sorprenderá a la gente que conoció al Flynn de los sórdidos titulares que marcaron su vida y [su muerte] es el retrato que emerge de un hombre sensible, inteligente y sabio.
La suya fue una vida de incesante búsqueda del placer. Pero este libro constituye, además, un impagable documento sobre el mundo de Hollywood, salpicado con abundante chismografía cinematográfica e irreverentes retratos de personalidades del séptimo arte. “Aventuras de un vividor” describe con detalle –y el olfato propio de un anecdotista nato– el final de la era de los grandes estudios. Flynn ofrece unos pies de página de la historia del cine que no son fáciles de encontrar. El resultado es la autobiografía más entretenida jamás escrita por un actor.
El estilo es ingenioso, el tono irónico, la actitud cínica. La fantasía y la exageración, el estilo procaz, el tono del último testamento de Errol Flynn revelan una de las personalidades más encantadoras, fascinantes y autodestructivas de Hollywood.
Toda una joya que mezcla la literatura con el cine, haciendo que sea , al igual que lo es una buena película, una excelente forma de evasión de la realidad.

No hace falta que me lo agradezcáis amiguitos, yo soy así.
Agur
George Kaplan
PD: De regalo, os dejo un trozito de una de mis pelis favoritas:
"Cabalgaban los 600 por las colinas de Balaklava"

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