El cazador cazado

Pues resulta que los tontos del canon de la SGAE, para verificar que las cosas se hacían en todo momento dentro de la legalidad, y siguiendo su política recaudatoria sobre los derechos de autor, contrataron a un detective para que grabara la celebración de una boda y comprobara que no se utilizaba durante la misma, ninguna canción que no hubiese pagado su canon musical. Rocambolesco cuanto menos. Y en Sevilla cuanto más, no podía ser en otro sitio.
Total, que la Agencia Española de Protección de Datos los ha multado con 60.101 € por grabar sin permiso. El vídeo, que fue aportado como prueba en el juicio, constituía una clara "violación del derecho constitucional a la intimidad y a la propia imagen", por lo que fue anulado al ser la boda un "acto privado y reservado", y, más aún, cuando la grabación se ejecutó "a escondidas, cuando la celebración estaba ya avanzada". Encima de tó, con alebosía y mala leche, cuando todo el mundo ya estba a gustito fue cuando se puso a grabar el detective.
Por desgracia el salón de bodas 'La Doma' de San Juan de Aznalfarache también tuvo que retratarse y fue condenado a pagar 43.179 € de canon musical. En fin, no todo podía terminar bien.
Moraleja: Si no queréis acojonar a los novios antes de poneros a bailar al ritmo de canciones protegidas y sin canon, no les preguntéis si ya han pasado por caja de la SGAE, no vaya a ser que les arruinéis el día.

By DEADIUS

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