Quasthoff, eres grande

Si os pregunto... ¿quién conoce a Thomas Quasthoff?, no creo que muchos levanten la mano.
Si os digo que es, quizás, el mejor barítono del mundo, ya se os cambia la cara, pero seguís con el labio inferior apuntando al techo.
Y si os digo que es un tipo sin brazos, con sólo 7 dedos y con una estatura de 1,34 cm, y que sigue siendo, quizás, el mejor barítono del mundo, ya se os desprende la mandíbula hasta el tobillo y os quedáis a cuadros. Pues sí, así es.
La toma de Talidomida por su madre durante el embarazo para las náuseas, tuvo la culpa de la focomelia, su malformación física. Pero esto no le impidió seguir adelante.
En 1972, intentó entrar en el Conservatorio de Hannover, aunque la normativa del centro impidió que fuera aceptado porque no podía cursar piano complementario.
Ya estudiaba música desde los diez años y al ser rehusado en el Conservatorio, con trece años, decidió tomar lecciones de canto particulares que se prolongarían durante diecisiete años. Y de aquí al estrellato, no sin esfuerzo, claro.
Quasthoff nunca ha querido convertirse en un ejemplo de superación por su minusvalía, sino ser reconocido única y exclusivamente por la calidad de su interpretación. No obstante, resulta asombroso que una persona con tales dificultades, haya conseguido en este perro mundo desarrollarse hasta convertirse en pocos años en una figura en el panorama lírico internacional.
Y aunque llame la atención su biografía, que os cuento para que os pongáis en antecedentes, esta no era la verdadera noticia.
Lo es que haya sacado un disco de Jazz, aunque no debería ser tan sorprendente sabiendo que ya cantaba jazz en sus años mozos en locales nocturnos en Alemania, (también estudiaba Derecho y trabajaba como locutor de radio).
No soy ni experto ni amante del Jazz, pero no me cabía otra opción, tras conocer su historia, que buscar The Jazz Album y escucharlo. Desde luego, se lo merece. Su voz se lo merece. Y no te defrauda lo que escuchas.
Está claro que, probablemente y dada su juventud (acaba de cumplir 49), lo mejor de Quastoff aún esté por llegar.
Felicidades Sr. Quasthoff.

By DEADIUS