Eso de decir: "Jefe, dos cervecitas", se puede acabar más bien pronto.
Y es que en Europa, EE.UU. y Japón están probando un nuevo servicio con pantallas táctiles en las mesas, desde las que el cliente puede decidir y pedir el menú, sin necesidad de esperar al camarero para que anote la comanda.
El método, a la larga, permite abaratar costes y aumentar beneficios, porque incluye tentadoras fotografías de los platos, capaces de atraer al cliente con menos apetito del local. La experiencia que están teniendo los restaurantes que han introducido este ingenio, está resultando de lo más positiva, ya que los e-menús están incrementando las ventas alrededor de un 11%. Aún así, que no tiemblen los camareros, porque, de momento, los robots para llevar la comida a la mesa no están muy perfeccionados, por lo que el traslado de los platos, tendrá que tener aún un toque humano.
Sin duda el progreso ya ha llegado, pero la última palabra la tendremos nosotros, porque no cabe duda, de que seguirán sobreviviendo las tascas, los bares de pueblo y los restaurantes tradicionales, en los que aún podremos desesperarnos, esperando que el camarero nos traiga el solomillo que pedimos hace media hora, y podremos desahogarnos llamándole de todo menos bonito, en lugar de aporrear la mesa cuando nuestro e-camarero se haya quedado colgado porque el Windows que lo controla haya tenido un error grave en el sistema.
Vaya por Dios, me quedé sin comer...
By DEADIUS
Y es que en Europa, EE.UU. y Japón están probando un nuevo servicio con pantallas táctiles en las mesas, desde las que el cliente puede decidir y pedir el menú, sin necesidad de esperar al camarero para que anote la comanda.
El método, a la larga, permite abaratar costes y aumentar beneficios, porque incluye tentadoras fotografías de los platos, capaces de atraer al cliente con menos apetito del local. La experiencia que están teniendo los restaurantes que han introducido este ingenio, está resultando de lo más positiva, ya que los e-menús están incrementando las ventas alrededor de un 11%. Aún así, que no tiemblen los camareros, porque, de momento, los robots para llevar la comida a la mesa no están muy perfeccionados, por lo que el traslado de los platos, tendrá que tener aún un toque humano.
Sin duda el progreso ya ha llegado, pero la última palabra la tendremos nosotros, porque no cabe duda, de que seguirán sobreviviendo las tascas, los bares de pueblo y los restaurantes tradicionales, en los que aún podremos desesperarnos, esperando que el camarero nos traiga el solomillo que pedimos hace media hora, y podremos desahogarnos llamándole de todo menos bonito, en lugar de aporrear la mesa cuando nuestro e-camarero se haya quedado colgado porque el Windows que lo controla haya tenido un error grave en el sistema.
Vaya por Dios, me quedé sin comer...
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