Cansado ya de las típicas producciones americanas me decanté el pasado día por cambiar un poco el rumbo y visionar algo de cine europeo. Habiendo ya disfrutado previamente de la obra de grandísimos directores europeos como Lars Von Trier, Lukas Moodyson o Susanne Bier elegí probar la extensa filmografía del austríaco malvado, el señor Michael Haneke. Después de haber visto dos de sus películas más peculiares ("Funny Games" y "El video de Benny") solo puedo decir que es un magnífico director. Sus películas enmarcan al ser humano en su lado más violento y despiadado, sin duda alguna son películas crudas y salvajes, que no dejan a nadie indiferente y que impresionan principalmente por la forma en la que están rodadas, todas ellas de una forma muy personal y muy distinta al resto de directores. Con esta iniciación al mundo hanekiano proseguiré esta semana con el visionado de "La pianista", "Código desconocido" y "Caché. Escondido en la memoria". Sin duda alguna recomiendo fervientemente la obra de este autor aunque se debe de preparar un poco el estómago antes de ver sus películas porque por seguro nos encontraremos un espectáculo de retorcidas situaciones que solo una mente privilegiada como Haneke sabe plasmar con sabiduría en sus películas.
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