Por fin... Mi iPhone ya está en casa.


Pues sí, ese soy yo con mi iPhone. Después de la larga odisea de encontrar un iPhone en este país, va llegando el momento de las llamadas con buenas noticias. Las listas de espera van bajando y a medida que los terminales van llegando con cuentagotas, van saliendo clientes con sonrisas con un iPhone bajo el brazo. Desde luego, no gracias a Timofónica, que nos lo ha puesto muy, pero que muy difícil, pero sí gracias a esa preciosidad que se llama iPhone 3G. Mi tesoooorooooo...
Lo siento por Marcellus, que a pesar de haber pedido el iPhone al mismo tiempo que yo, ha tenido un problema de papeleo y todavía no puede disfrutar de él, pero paciencia, lo bueno, si se hace esperar, dos veces bueno. Qué remedio te queda...ji, ji, ji.
Ahora queda el trabajo de configurarlo. Meter las canciones, bajar de la App Store, sincronizar la agenda, etc. De momento, la primera impresión ha sido muy buena. Todo funciona como la seda. El GPS, que ya había oído que no iba muy fino y que podía tardar un cuarto de hora en encontrar la posición, en apenas 10 segundos...bingo¡¡ No estuvo muy fino en la situación exacta, ya que me situaba en las cercanías, pero por lo demás me sorprendió.
El acceso a la red vía WiFi bastante bueno. En casa perfecto y estuve en el Centro Comercial de Bahía Sur y navegando sin problemas. Algunas veces lentorro, pero soportable. Como anécdota decir que nos hizo falta localizar a una persona, así que ni corto ni perezoso, vía internet con mi iPhone, San Google, Páginas Amarillas, teléfono de contacto, me dió su mail y desde allí mismo, toma correo que le mandé desde el iPhone...¡¡¡¡Qué gusto...!!!! ¡¡¡¡Qué maravilla!!!!
En fin, que ahora toca disfrutarlo. Ya iremos metiendo reseñas interesantes para los iPhoneros a medida que vayamos descubriendo sus entrañas y su prodigioso potencial.
Estoy como un niño con un juguete nuevo. Alucinando en colores. Y esto no ha hecho más que empezar.

By DEADIUS

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