WildCharge es un ingenio con una simple finalidad: es un cargador de dispositivos, eso sí, un poco peculiar. Si queremos evitar tener que enchufar nuestro móvil o nuestro iPod cada vez que queramos recargar su batería, lo único que tendremos que hacer es, simplemente, dejarlo encima de este aparatejo para que se cargue él solito. O sea, hablando en plata, es un cargador para flojos.
Decir que desde finales de 2007, año en que la compañía comenzó a vender sus productos, ha convencido a los medios y buena prueba de ello es que en el 2007 la revista TIME lo catalogó como uno de los mejores inventos del año. En el 2008, en el CES (Consumer Electronics Show) se le otorgó el Premio a la Innovación y en el RetailVision 2008 recibió el premio Best New Technology. Con todos estos reconocimientos ¿tiene que hacer algo más, no? Pues parece que no. Impresionante.
Hasta hace poco sólo estaba disponible para los Motorola RAZR, pero van a lanzar nuevos adaptadores para el iPhone, iPod Touch, iPod Nano, BlackBerry Pearl y BlackBerry 8800.
Su funcionamiento es simple: se coloca el adaptador en la parte posterior del móvil (que hay que comprar, por supuesto), se sitúa en la almohadilla de carga y a esperar a que ésta se complete por conducción. El adaptador tiene cuatro contactos que hacen que, lo pongas de la forma que lo pongas sobre la base, siempre se inicie la carga. No ganamos mucho en cuanto a rapidez, porque el tiempo de carga es igual que si lo enchufáramos a la red, pero al menos podremos cargar hasta cinco dispositivos a la vez. Eso sí, tendríamos que comprar cinco adaptadores.
No hay información todavía de los precios, ni de la fecha de salida para los adaptadores para el iPhone y los nuevos modelos, pero, para hacernos una idea, el precio del adaptador de los RAZR es de 23,6 €, la base sola 40,49 € y una base de carga más el adaptador 60,7 €. Un precio más que aceptable si además de cargar el móvil hiciera como mi Princess unas chuletitas de cordero en la parrilla de carga, pero si sólo sirve para renovarle las energías a mi iPhone, creo que seguiré enchufándolo a la pared con mi cargador de serie.
Una reflexión: con el WildCharge evitamos enchufar el cargador, pero no evitamos tener que enchufar... el WildCharge.
La tecnología es, a veces, además de cara, un poco obtusa. Que conste que me convence la filosofía del invento, pero creo sinceramente que tiene que evolucionar para llegar a ser más asequible. Si la tecnología no es capaz de llegar a todos, no sirve de mucho. Que lo pongan más barato y a lo mejor me pienso si volverme más vago a la hora de recargar.
By DEADIUS
Decir que desde finales de 2007, año en que la compañía comenzó a vender sus productos, ha convencido a los medios y buena prueba de ello es que en el 2007 la revista TIME lo catalogó como uno de los mejores inventos del año. En el 2008, en el CES (Consumer Electronics Show) se le otorgó el Premio a la Innovación y en el RetailVision 2008 recibió el premio Best New Technology. Con todos estos reconocimientos ¿tiene que hacer algo más, no? Pues parece que no. Impresionante.
Hasta hace poco sólo estaba disponible para los Motorola RAZR, pero van a lanzar nuevos adaptadores para el iPhone, iPod Touch, iPod Nano, BlackBerry Pearl y BlackBerry 8800.
Su funcionamiento es simple: se coloca el adaptador en la parte posterior del móvil (que hay que comprar, por supuesto), se sitúa en la almohadilla de carga y a esperar a que ésta se complete por conducción. El adaptador tiene cuatro contactos que hacen que, lo pongas de la forma que lo pongas sobre la base, siempre se inicie la carga. No ganamos mucho en cuanto a rapidez, porque el tiempo de carga es igual que si lo enchufáramos a la red, pero al menos podremos cargar hasta cinco dispositivos a la vez. Eso sí, tendríamos que comprar cinco adaptadores.
No hay información todavía de los precios, ni de la fecha de salida para los adaptadores para el iPhone y los nuevos modelos, pero, para hacernos una idea, el precio del adaptador de los RAZR es de 23,6 €, la base sola 40,49 € y una base de carga más el adaptador 60,7 €. Un precio más que aceptable si además de cargar el móvil hiciera como mi Princess unas chuletitas de cordero en la parrilla de carga, pero si sólo sirve para renovarle las energías a mi iPhone, creo que seguiré enchufándolo a la pared con mi cargador de serie.
Una reflexión: con el WildCharge evitamos enchufar el cargador, pero no evitamos tener que enchufar... el WildCharge.
La tecnología es, a veces, además de cara, un poco obtusa. Que conste que me convence la filosofía del invento, pero creo sinceramente que tiene que evolucionar para llegar a ser más asequible. Si la tecnología no es capaz de llegar a todos, no sirve de mucho. Que lo pongan más barato y a lo mejor me pienso si volverme más vago a la hora de recargar.
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